CONCIENCIACIÓN DEL CÁNCER DE MAMA: LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
En la Empresa Eléctrica Quito, EEQ, nos sumamos al esfuerzo mundial en la lucha contra el cáncer de mama. Hacemos un llamado a nuestras colaboradoras y colaboradores a cuidar de su salud. La Organización Mundial de la Salud recomienda que las mujeres de 50 a 69 años, se realicen una mamografía al menos cada 2 años. Realizar autoexámenes y consultas médicas periódicas puede marcar la diferencia.
El cáncer de mama no solo es una enfermedad física, sino que conlleva un impacto emocional. Es un diagnóstico que despierta miedos, preguntas y, a menudo, una sensación de vulnerabilidad. Sin embargo, también marca el inicio de una travesía hacia la fortaleza y la esperanza. Cada historia de lucha es única, cada decisión es valiente, y en cada paso hacia la recuperación se refuerza el poder de la resiliencia. En la EEQ, mediante la Unidad de Seguridad Industrial y Salud Ocupacional, se trabaja desde distintos frentes para brindar información y crear conciencia sobre la detección temprana.
Este es uno de los tipos más comunes de cáncer entre las mujeres a nivel mundial. Según la OMS, cada año se diagnostican alrededor de 2,3 millones de nuevos casos. A pesar de estas cifras alarmantes, los avances en la detección temprana y los tratamientos han mejorado notablemente la tasa de supervivencia.
Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad son varios, como el sedentarismo, envejecimiento, obesidad, consumo nocivo de alcohol, antecedentes familiares de cáncer de mama, historial reproductivo de la mujer, consumo de tabaco y tratamiento hormonal posterior a la menopausia.
Los síntomas pueden variar, en algunos los signos de alarma más comunes en las primeras etapas incluyen:
- Aparecimiento de un nódulo o engrosamiento en el seno, a menudo sin dolor
- Cambio en el tamaño, forma o aspecto del seno
- Aparición de hoyuelos, enrojecimiento, grietas u otros cambios en la piel
- Cambio en el aspecto del pezón o la piel circundante (aréola)
Las mujeres que logran vencer esta enfermedad enfrentan un nuevo reto: la reconstrucción de su cuerpo y autoestima. La reconstrucción mamaria no es un lujo, sino un procedimiento al cual toda mujer debería tener acceso, como parte integral de su proceso de sanación física y emocional. Hoy en día, existen técnicas avanzadas de reconstrucción que permiten restaurar la apariencia y la simetría de las mamas, ayudando a las pacientes a recuperar su confianza y calidad de vida tras superar esta batalla.
El diagnóstico temprano no solo salva vidas, sino que reduce la necesidad de tratamientos más invasivos.